martes, 10 de enero de 2012

poema triste para Lolitas del sur


Cuando la niña Topacio se atusa el hocico
y calle abajo navega,
portentoso culo,
sobre sus altos tacones
de hembrón que aún no se sabe,
comprendo que cualquier marica,
hermosa y trágica heroína,
puede ofrecerle la lección que explica lo que esconde,
el mágico tintineo de la caja de los lazos
y el crujir espeso de la seda salvaje.
Esta hermosa pantera negra
que aún maúlla
y agradece un mimo
sonrojada y con coletas,
tiene escrita en la frente una pedrada
capaz de tumbar a un buey.
El antiguo techo de palma
que cimentó la gran noche oscura de los esclavos
se derrumbó,
y entre Topacio y su abuela
un obligado pacto de silencio transoceánico.
Los fantasmas no saben nadar.

estibaliz san sebastián, de "Cordelia se borra del partido"

2 comentarios:

  1. la pedrada, el desprecio y el horror de un esclavismo en libertad condicional.

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  2. Libertad condicional? Qué más quisiera la niña Topacio. En sus papeles pone Free. De Duty free.

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