martes, 3 de enero de 2012

Cordelia se borra del partido


Recuerdo que érase una vez.
Y el sapo
era un sapo verde y negro
como la camiseta de un equipo de fútbol.
A mí,
que nunca nadie me llamó princesa.
A pesar de todo y esto creo en los cuentos.
Los de pastores republicanos
caperucitas rojas y garbancitos con arroz.
Reconozco que matar a dios,
quitándole las mayúsculas para ponérselas al Hombre,
es cosa de zurdos y poetas.
Pero el infierno y la carne salen de la iglesia
y entran en los Hornos Industriales y en los Hospitales.
Con este panorama miope
la ingestión de las normas cuaja el yogurt.
Mil asesinos locos patrullan las calles
y yo, a su lado, un ángel negro.
Travestida.
Casi un ratón masticando tripa de gigante
toco el cielo con los dedos de tan abajo.
Por fin comprendo
que esta historia antigua de la biblia y el pecado original
es la que nos hace personajes de un cuento
que se repite desde Eva a Blancanieves.
Culpables todas
por una simple manzana.

estibaliz san sebastián, del libro "Cordelia se borra del partido"

No hay comentarios:

Publicar un comentario