el miércoles por la mañana pida prestadas al Banco de España sus reservas oro
el jueves por la tarde muéstrelas en casa a sus amigos intimos
el viernes por la mañana devuélvalas agradecido al banco (a lo mejor dicen que sí)
Juan Hidalgo, del libro "8 poetas raros"
jueves, 31 de marzo de 2011
miércoles, 30 de marzo de 2011
debo escribir
Debo escribir
Que ha muerto sola esa niña
Pequeña como una aceituna
Esa niña pequeña ha muerto
Pequeña como una aceituna
Esa niña pequeña ha muerto
Mientras todas las mariposas blancas del mundo
se la comían
se la comían
Ha muerto sin sangre
Y las mariposas se volvían rosas
Cuando abandonaban su cuerpo
Verde ya como un lagarto enfermo
Durante horas
Temblaron sus piernecitas de palo
Y gritaba
Pero había fútbol
Una esperanza tan verde como el lagarto
Una esperanza tan verde como el lagarto
Y nadie escuchó sus gritos
Un hombre y un gol
Dos hombres y otro gol
Y otro hombre y una patada
que hubiese sido un gol
de haber sido ella una portería de fútbol
y no una niña pequeña y muerta
una tarde cualquiera a solas
Debo escribir
martes, 29 de marzo de 2011
exhibicionismo
No sé si escribir se parece más al acto de vestirse o al de desnudarse.
Escribir es un acto de masturbación que sin ser público, se comete con la esperanza de ser divulgado.
Exceptuando algún onanista.
lunes, 28 de marzo de 2011
¡es un niño!
Como perras rabiosas, madre e hija, rivales.
Enfrentadas, cada una y las dos, ladrandole al espejo:
¡Algúndía,madre,tambiénnosotrasestaremosmuertas!
(A solas celebro que mi cachorro sea un niño y no una niña.)
jueves, 24 de marzo de 2011
Mil
Tengo algo importante que decir
ahora que acabamos de despedirnos
para siempre.
Te quiero.
Clávame las uñas,
pero has de saber que también fui sincero
las otras mil veces.
Ella me acusa de no tener sentimientos
porque hablo y hablo
o no hablo.
Se va a comer la uñas,
sus altivas uñas escarlata.
Pero me iré.
Se lo dije y rió indiferente, pero me iré
o no me iré.
Llegaré a una de esas ciudades,
no tan grandes como una ciudad,
donde se para el tren y ya no hay más tren,
con monjas que se sientan sobre un barril de cerveza en la estación,
y miles de cuervos que esperan con sorna a El-Rey
o a una cámara de cine.
De esa ciudad sale un autobús
tan viejo
que tiene un conductor que fuma
y que habla con los viajeros,
justo en cada curva, cuando llueve,
y lo hace desde siempre,
limpia el cristal con la mano,
como si estuviéramos cayendo,
llueve también dentro.
Y no pasa nada,
pues cuando llegamos escampa,
y sólo gotea en el autobús,
todos mojados menos los paisanos
que ríen
o no ríen.
Ésta ya no es ni ciudad ni nada,
Pero hay un barco panza arriba
Y una playa de arena negra.
Y hay también una cabina de teléfono.
¿Me oyes? Estoy en una cabina.
Sí, bien.
No, nada.
Llovía en el autobús.
Sólo hay un bar.
Sí, tengo monedas.
¿De verdad? Yo también. No, aún no se corta.
Si, sigo aquí.
No, no estaba pensando.
Escuchaba, eso es todo.
No sé qué decías. Escuchaba.
No, no es un libro.
Son las hojas de la guía.
¿Sabes cuál es el prefijo de Ras-Al-Kaimah?
Marcas 07, luego 971 y después 77
Y ya puedes hablar con alguien en Ras-Al-Kaimah.
No, no es que no te escuche.
Escucho, sólo quiero escucharte.
Pero no me preguntes lo que dices.
No puedo hacer dos cosas al mismo tiempo,
Entender y pensar en ti.
Qué fácil es hablar con cualquier lugar.
No, no cortes, por favor.
Si cuelgas, llamaré a Ras-Al-Kaimah
o a cualquier lugar.
Mientras tú hablas, no tengo frío.
Él era fuerte y débil
como un marine yanqui.
Ella, frágil e invencible,
como una guerrillera del Vietcong.
Manuel Rivas. El Pueblo de la noche.
Traducción de Dolores Vilavedra
miércoles, 23 de marzo de 2011
poco a poco
La carretera se escapa. La veo irse por el espejo, rodeada del mundo que la cerca sobre sí misma. Eterna e inmutable.Una culebra rodeada de llamas. Viajo por su estomago y suena música en la radio. Y canto sola. Hablo sola y fumo. Porque gusta fumar en el coche. Confieso. Y me gusta soltar el humo despacio, mientras contemplo el mundo que pasa por mi lado, también despacio. Como el humo y como la carretera que exhalan mis labios.
¿Slowly?
martes, 22 de marzo de 2011
atracar un banco
Hace años que sueño que atraco un banco.
Y llueve dentro.
Pero el dinero que no he robado pesa demasiado.
Como en mi sueño
donde
mi sombra me persigue
pidiendome la mitad del botín
!Monstruos fuera¡
Sonó el teléfono
cuando el miedo era la bofetada tremenda del mar puesta en una ola
y los amigos, marineros sobre metáforas de salvamento
me sacaron del agua.
La embarcación donde volví a ser viva
tiene la culpa de la fe que ahora tengo en los hechizos.
Reconstruí para mí
la magia que cada noche invento para mi hijo
y recorrí la casa exorcizando miedos
y fantasmas.
¡Monstruos fuera!
estibaliz san sebastián
domingo, 20 de marzo de 2011
solamente una mujer
Nico era capaz de ir a por palomitas y dejarte esperando tres días en la cola del cine.
-Soy monógamo sucesivo – explicaba. –Solamente una mujer, cada vez que puedo.- Y se quedaba tan ancho.
La fidelidad para él consistía en no mentir nunca. Por eso, al regresar de sus escapadas, se regodeaba ofreciéndome toda clase de detalles de sus amantes.
Una noche que trajo flores, me negué a un polvo alegando que debido a un tipo que tenía un pene enorme y dulce, como los pirulís que chupaba en mi infancia, estaba harta de sexo. Y lo que necesitaba era un poquito de ternura. Y no la tuve.estibaliz san sebastián.
El príncipe rojo
Estamos en paz:
al príncipe rojo no le gustan
las doncellas
y a mí no me gustan los príncipes azules.
Sólo él tiene las llaves
de mi casa,
de mi despensa
y de mis piernas.
Sólo yo tengo licencia
para tocarlo,
para cuidar de su halcón
y subirme a su caballo
el de las crines de fuego.
Porque él me conoce
como ningún hombre
ha conocido a ninguna mujer
y es mi beso y su crimen
el alba de nuestras noches.
de "El Príncipe rojo" de Almudena Guzmán.
V PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA CLAUDIO RODRIGUEZ
al príncipe rojo no le gustan
las doncellas
y a mí no me gustan los príncipes azules.
Sólo él tiene las llaves
de mi casa,
de mi despensa
y de mis piernas.
Sólo yo tengo licencia
para tocarlo,
para cuidar de su halcón
y subirme a su caballo
el de las crines de fuego.
Porque él me conoce
como ningún hombre
ha conocido a ninguna mujer
y es mi beso y su crimen
el alba de nuestras noches.
de "El Príncipe rojo" de Almudena Guzmán.
V PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA CLAUDIO RODRIGUEZ
viernes, 11 de marzo de 2011
mi amigo Gustavo
No entiendo cuál es el mecanismo que utilizan algunos hombres
para ignorar su complicidad en la esclavización de miles de mujeres.
Mi amigo Gustavo salió una temporada con una prostituta.
Una negraza joven y muy bella con la que se paseó por toda Barcelona. Contó a quien quiso escucharle y a quien no, también, que su chica era puta y que a él no le importaban el oficio ni el beneficio de su acompañante.
Africana, analfabeta, sin papeles, sin familia y hermosa como una pantera.
Y con un novio imbécil.
estibaliz san sebastian
jueves, 10 de marzo de 2011
afortunadamente
Fumo en la ventana y vuelvo dentro a estrenar vocación de bombero.
Arden de fiebre mi cachorro, el mundo, y el pan
que recién horneado descansa en la mesa.
Sólo el pan dejará de arder. Afortunadamente.
miércoles, 9 de marzo de 2011
cuestión de tiempo
Escribo cerrada sobre el teclado.
Si miro al frente y me veo en el espejo no podré callarme.
Y se romperá el cielo de los pájaros y el nuestro, si yo grito que no puedo matar y quiero hacerlo.
Si miro al frente y me veo en el espejo no podré callarme.
Y se romperá el cielo de los pájaros y el nuestro, si yo grito que no puedo matar y quiero hacerlo.
LA PATA DE LA CAMA
La literatura
debe recordarle a la justicia
que no son metáforas
las muertes de esas mujeres
atadas a la pata de la cama.
Les rompieron la crisma
y les cortaron las alas.
Muertas y atadas
a la pata de su propia cama.
estibaliz san sebastián
miércoles, 2 de marzo de 2011
Una de piratas
Los piratas ni cuentan ni preguntan la verdad. Nada piden porque nada existe que tú puedas darles. Jamás aceptan un regalo; prefieren robarlo. Son ladrones, consumidores de instantes fugaces, devoradores de mujeres crudas y sin aliñar.
Pero no mienten. No les hace falta. Su realidad es tan breve como eterna: muere el personaje tras tus besos, y renace al calor de los besos de otra boca, o simplemente cuando sale desde tu casa al aire libre y te olvida. Porque eso sí, los piratas van fatal de memoria, y ese es su único defecto imperdonable.
Seducen siempre utilizando la misma táctica exacta. Y son capaces de repetir palabra por palabra las mismas que utilizó la primera y la segunda vez, contigo y con todas tus mejores amigas.
Por eso, es preferible no repetir jamás con un pirata. Se te vienen abajo en los bises.
estibaliz san sebastián
estibaliz san sebastián
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