miércoles, 30 de noviembre de 2011

vacía como una virgen


Si el lenguaje fuese gratis correría el riesgo…
el suicidio es anónimo y en ayunas
no le impresiona a nadie.
...ya quisieran los condenados a muerte
poder enamorarse del lenguaje,
fiel como un perro
y exacto
como la lengua cruel de uno cualquiera de tus amantes.
Pero la muerte es pornográfica,
no tiene nada debajo
y sin bragas el amor se muere
¿ Creías que yo era tonta?
Me aferro a la sangre como un virus,
la infección es mi elemento.
Mucho mejor en guerra que exterminadas
¿no crees?
La fe es un mal gimnasio y un estupendo laxante.
Por eso estoy vacía como una virgen,
por eso ardo.
Podría reventar el mundo y yo
seguiría en pie, mirándote,
¡tan fiera que no necesito moverme!
Mi voluntad es un puñetazo,
mi corazón una colmena,
y mi sexo,
¡coño!
mi sexo siempre será esa puerta.

estibaliz san sebastián, del libro Pro-Fugas

domingo, 27 de noviembre de 2011

la rabia



La rabia
es la enfermedad del bruto
y de su mujer
la pobre
condenada a muerte
sin que le pongan remedio.

estibaliz san sebastián, del libro Pro-Fugas

jueves, 24 de noviembre de 2011

Canada Dry


Sé que me acordaré de un cielo raso
donde las manchas de humedad eran un gato, un número, una mano cortada.

Sé que me acordaré del ruido
de un water en alguna habitación lejana del hotel,
su triste catarata de bolsillo, su inevitable recurrencia.

Chacun ses madeleines, chacun ses Albertines.


Serás por siempre imán de imágenes,
las más turbias y vanas me traerás con el gesto 
que en la caliente oscuridad del cuarto 
era encender los cigarrillos del hartazgo,
ver asomar nuestros desnudos cuerpos flanco a flanco,
las más pequeñas turbias cosas,
una uña lastimada que te dolía tanto, el triste
rito de ir a lavarte y regresar, las servidumbres.


Tan sólo compartimos los bares y las calles
antes de amarnos contra tres espejos:
¿qué más podría darme tu recuerdo?

Pero yo sé guardar y usar lo triste y lo barato
en el mismo bolsillo donde llevo esa vida
que ilustrará las biografías. Ve, pequeño fantasma,
el baño está ahí al lado,
yo fumaré esperándote,
empezaremos otra vez. El cielo raso
dibuja un gato, un número, una mano cortada.

Julio Cortazar, del libro Algunos pameos y otros prosemas.

martes, 22 de noviembre de 2011

Para algunas cosas fui una niña precoz.


Para algunas cosas fui una niña precoz.
Apretada contra las paredes del portal de los abuelos
pasaba las tardes.
El sabor a cal se me metía en las encías. El sabor a cal
de los buenos y los malos.
Una pared no necesita manos,
lo tiene todo
y puede ser lo que quieras.
Yo misma, a menudo, soy una pared.

-Nunca he tenido ideas, sólo imaginaciones.-

Dentro de casa
me escondía con Boby
bajo la oscuridad roja de la mesa camilla
para besuquear la goma de sus labios y apretar
su cuerpo mullido de muñeco.
Tenía una anilla colgando de la espalda,
cuando halaba de ella, se retorcía.
Boby el rubio todavía tibio en mi cabeza
frente a los cuerpo borrosos
de los hombres que vinieron después
sin anillas
los hombres de carne contra la pared.

Ya me lo decía mamá:
-Así como eres no va a haber quien te lleve.
No hizo falta que nadie me llevase para irme
pero tenía razón,
soy imposible.
Miriam Reyes, del libro "Bella durmiente" .

lunes, 21 de noviembre de 2011

dolores de parto



Beñat cumplirá en octubre
tres años en los que parirlo
es rutina.
¡Extraña condena!
Verlo sufrir
y que me duela el parto.

estibaliz san sebastián, de "Mi cielo es un andamio"

sábado, 19 de noviembre de 2011

Juguetes


 Nos encerramos en mi cuarto
y al ver mis juguetes, mi amigo
se quedó a dormir.
¡Su sueldo y el mío en pilas!

estibaliz san sebastián, de "Mi cielo es un andamio"

martes, 15 de noviembre de 2011

por aquel entonces

Por aquel entonces,
yo paseaba por las orillas de un río
que se doraba cada dos o tres atardeceres,
y pensaba que quizá furas a nacer más tarde,
el mismo verano de mi muerte,
como un árbol alimentando con zumo
de nubes color naranja.
Por todas partes buscaba tu vestido azul y rojo.

Algo después, una noche,
discutimos acerca del valor de las basuras,
sobre lo provechoso de los viajes largos;
Y aquel mismo otoño
te convertiste en la mujer de los muchos nombres,
eras Casiopea, y Pólux, e Isis and Pandora,
y tu pelo no era otro, adivina adivinanza,
que el de Berenice (elemental Mr. Watson).

Y hubo un día, quizá un lunes o un martes,
en que te escribí aquello de que en mi sexo
se encuentra (¡qué barbaridad!), Bagdag,
en mi cerebro crecen los bosques de Canadá:
Pero tú el bosque más frondoso.

Ahora soy tu torpe amante, te quiero etc.
como ante las puertas del invierno, etc. etc.

Bernardo Atxaga, del libro "Poemas & híbridos"

domingo, 13 de noviembre de 2011

"güevos" de toro

Beñat se ha tumbado conmigo a ver la tele.
En la pantalla un camarero anuncia a sus clientes un plato de “güevos” de toro.
Amatxu, los toros no ponen huevos, comenta extrañado mi hijo.
Estibaliz san sebastián.

silicona y democracia

Yo no existo.
Tú no existes
y la humanidad es un hormiguero,
un circo sin carpa..
Yo soy como tú.
Tú eres como yo
cantando,
como los siete enanitos
de Blancanieves,
los siete
al bosque a trabajar,
¡mi dulce esposa!
Yo soy para ti.
Tú eres para mí,
¡tan bellos!
Silicona y democracia.
Seguridad social.
Seguridad moral
y tu casa es mi casa.
Pero él ¿existe?
Existes tú.
Yo no me veo.
¿No hay espejos en este hormiguero?

estibaliz san sebastián, del libro "Pro-Fugas"

martes, 8 de noviembre de 2011

mi lengua

Cuando comprendo que el idioma
me duele
como si fuesen las muelas
y que es el paisaje
el que me escuece
y no los ojos por el humo
es que estoy llorando
desconsoladamente.
Pero llorar me pone a salvo.
Me rescata del dolor
en el que siempre me pierdo
y le pone nombre.
Aunque no me guste.
Y yo necesito conocer los limites.
Los de la herida humana
y los propios.
Besar mis cicatrices
y exhibirlas.
Por fin aprendí
que el pudor es estéril
y que una cicatriz a tiempo
y bien iluminada
puede resolver a mi favor
más de un combate
y de dos.
La coquetería es un lujo
cuando la joyería se hace carne
y el adorno brota desde dentro.
No pienso negarlo.
Me adornan más heridas
de las que parecen
caberme en el cuerpo.
Pero después de revolcarme en el lodo
y en el terror
de la carne que defeca y sangra
logré rescatar  a base de cultura
y ortopedias propias
lo imprescindible de mi alma
y reconstruir el puzzle.
Quisiera olvidar
las procesiones de turistas
que fabricó el mundo
para venir a verme
y el quirófano carnicería
en el que trocee mi cuerpo
hasta encontrar mi corazón escondido
en el tapón de una botella de lejía.
Pero debo reconocer
que en aquel momento
resultó un alivio descubrir
que la vida también podía ser absurda.
Planee mi resurrección
como si fuese fiesta.
Telefoneé a los amigos
para darles la buena nueva
y que me buscaran un nombre
que se me ajustara al talle
como una mano que acaricia.
Y cuando me senté a esperar
que llegaran mis locos con el vino
una voz antigua cantó desde mi garganta
con la misma voz
y en la misma lengua
en la que me hablaba mi madre
cuando niña.
Y abrí
de par en par las puertas y las ventanas
para dejar pasar a mi infancia
y a la infancia de mi madre
cantando
y cogidas de la mano
como hermanas.
Y no me preguntéis porque.
No pienso contestaros.
Pero ha dejado de dolerme el idioma
y tengo la garganta florecida
de tanto parir ideas en mi lengua.
En la de casa.
La de todos.

estibaliz san sebastián, del libro Pro-Fugas

domingo, 6 de noviembre de 2011

el niño y el tiempo

La lluvia negra
como el espejo
y el tiempo.
El niño muerto,
como el loco
y el viento.
Y yo, perdida,
como el loco y el viento
el niño y el tiempo.
estibaliz san sebastián, de "Laberinto para muñeca rusa"

martes, 1 de noviembre de 2011

Manuel Rivas y la sección áurea.

El escritor es escritor en tanto que escribe. Si no escribe, no es un escritor. Un labrador es labrador en tanto que cultiva la tierra. Sin tierra, el labrador no es labrador. Esto es una evidencia. Pero, en el simulacro social, un ingeniero es ingeniero aunque no ingenie nada. Se graduó como ingeniero y morirá como ingeniero. El escritor, como el labrador, es un superviviente. El escritor y el labrador comparten algunos secretos. Por ejemplo, el silencio de la tierra, el papel en blanco, demuestran quien vale y quien no vale. El escritor y el labrador saben que en el paraíso tendrán que trabajar. Para el escritor y el labrador la vida consiste, al fin y al cabo, en tener un pedazo de tierra en el que cavar por lo menos dos metros de melancolía. Hay otra cosa que asemeja al escritor y al labrador. Ambos son amigos del carpintero. Y el carpintero conoce el secreto de la sección áurea, la proporción entre los segmentos.
Manuel Rivas, extracto de "LELY, LELY, PAR DEUS, LELY", del libro "El pueblo de la noche"