martes, 1 de noviembre de 2011

Manuel Rivas y la sección áurea.

El escritor es escritor en tanto que escribe. Si no escribe, no es un escritor. Un labrador es labrador en tanto que cultiva la tierra. Sin tierra, el labrador no es labrador. Esto es una evidencia. Pero, en el simulacro social, un ingeniero es ingeniero aunque no ingenie nada. Se graduó como ingeniero y morirá como ingeniero. El escritor, como el labrador, es un superviviente. El escritor y el labrador comparten algunos secretos. Por ejemplo, el silencio de la tierra, el papel en blanco, demuestran quien vale y quien no vale. El escritor y el labrador saben que en el paraíso tendrán que trabajar. Para el escritor y el labrador la vida consiste, al fin y al cabo, en tener un pedazo de tierra en el que cavar por lo menos dos metros de melancolía. Hay otra cosa que asemeja al escritor y al labrador. Ambos son amigos del carpintero. Y el carpintero conoce el secreto de la sección áurea, la proporción entre los segmentos.
Manuel Rivas, extracto de "LELY, LELY, PAR DEUS, LELY", del libro "El pueblo de la noche"

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