Los piratas ni cuentan ni preguntan la verdad. Nada piden porque nada existe que tú puedas darles. Jamás aceptan un regalo; prefieren robarlo. Son ladrones, consumidores de instantes fugaces, devoradores de mujeres crudas y sin aliñar.
Pero no mienten. No les hace falta. Su realidad es tan breve como eterna: muere el personaje tras tus besos, y renace al calor de los besos de otra boca, o simplemente cuando sale desde tu casa al aire libre y te olvida. Porque eso sí, los piratas van fatal de memoria, y ese es su único defecto imperdonable.
Seducen siempre utilizando la misma táctica exacta. Y son capaces de repetir palabra por palabra las mismas que utilizó la primera y la segunda vez, contigo y con todas tus mejores amigas.
Por eso, es preferible no repetir jamás con un pirata. Se te vienen abajo en los bises.
estibaliz san sebastián
estibaliz san sebastián
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