miércoles, 30 de marzo de 2011

debo escribir

Debo escribir
Que ha muerto sola esa niña
Pequeña como una aceituna

Esa niña pequeña ha muerto
Mientras todas las mariposas blancas del mundo 
se la comían
Ha muerto sin sangre
Y las mariposas se volvían rosas
Cuando abandonaban su cuerpo
Verde ya como un lagarto enfermo

Durante horas
Temblaron sus piernecitas de palo
Y gritaba
Pero había fútbol 
Una esperanza tan verde como el lagarto
Y nadie escuchó sus gritos

Un hombre y un gol
Dos hombres y otro gol
Y otro hombre y una patada
que hubiese sido un gol
de  haber sido ella una portería de fútbol
y no una niña pequeña  y muerta
una tarde cualquiera a solas
Debo escribir

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