miércoles, 7 de marzo de 2012

políticamente incorrecta

El rey, mi padre,
que la casa de un hombre es su castillo
repetía enseñándome y olvidando
como olvidan todos los reyes
que su castillo, el del rey,
y precisamente por ser su casa
se sujetaba sobre la casa de cada hombre en el reino.
Ahora que escribo,
y públicamente me declaro republicana,
me tienta anunciar que la solución
está en no forzar nunca la nota y resistir.
Pero sé que para llegar a esto
que parece tan simple,
las forcé todas, una a una,
cagándome en el mito,
la corona, el cielo y lo sagrado.
Y es que en mi mundo,
estas posturas tan zen,
sólo se aplican cuando uno no tiene nada que perder
o le importa un carajo ganar.
Y así no vale.
Resistir no significa dejarse hacer
y aguantar pase lo que pase.
Resistir es un verbo que se declina
parándose con firmeza a la puerta de casa
para demostrar dónde está la frontera
que indica el lugar en el que el mundo se acaba
porque el hombre que empieza y no para
es de verdad un rey.
Esté o no en su casa.
(Reconozco ser políticamente incorrecta
pero ponerme feminista citando a la reina se carga el ritmo. )

estibaliz san sebastián, de "Cordelia se borra del partido"

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