martes, 6 de diciembre de 2011

un animal al acecho


Mi coño era un peligro aquella noche sin combustible
pero los viejos dioses estaban de guardia
y me fue concedido el favor de arder.
No es necesaria la literatura
para explicar que me enviaron un macho
con más olimpos y mediterráneos
que todos sus héroes desnudos,
ni para describir el banquete
que celebramos sacralizando la orgía.
Descalzo y bello como un soldado romano
entre soldados desnudos
me dio a probar en su lengua
el filtro para inventar la cruz,
y morir por turnos como dos Cristos
que amando mucho a La Magdalena,
rescribiesen la historia.
Me alimentó,
como un guerrero ciego
que sabe a donde va, su sexo.
Y yo,
celebraba abierta
el milagro vía Láctea
que su cuerpo me regalaba a chorros y a diario.
Mi coño
un animal al acecho.

estibaliz san sebastián, del libro "Mi cielo es un andamio"

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