Lo he roto todo,
Cuba incluida.
Y en el espejo seguía estando yo
tan desnuda como en un parto
y tan llena de sangre.
¡Hasta el doctor lloraba!
En lugar de puros hemos comprado valium
y a las señoras les han regalado una licuadora y una visera.
Mi hermano gritaba:
¡yo no me caso!, dios es soltero…
y yo me sentía tan macho
que hasta he cambiado de sexo para ser madre
y que no crucifiquen al Cristo.
Como un ángel he muerto de empacho;
sin sexo, ya se sabe;
y a los sietes días he resucitado
para comerme una virgen y cerrar el circulo.
¡Alguien me dijo una vez que parir era orgásmico!
estibaliz san sebastián
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