A dónde ir
si no tengo a dónde,
si alguna vez
tuve un lugar en la tierra
y lo perdí para siempre.
Mi rencor,
como una luna
cortada en dos
por una cimitarra
perfecta,
se reparte
equitativo
entre los que me robaron
y yo misma
por haberlo consentido.
(El que no sabe defender
lo que es suyo
no deberia haber nacido)
Almudena Guzmán. De el libro "El principe rojo"
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