lunes, 9 de abril de 2012

the beast & the best

Llamarse Dorotea
siendo la más bella entre las floristas es fácil.
Pero la nuestra,
comentaba burlón su marido,
es gorda y carnicera
y con ese nombre,
no hay dios que le ría las gracias destinadas a las más flacas.
Vestida de raso negro
y prieta como una doncella francesa con su delantalito,
Dorotea tenía la gracia, que astuto callaba el marido
de una venus pintada por Botticelli.
Bajo aquel vulgar aspecto de brioso y guapo semental
se ocultaba un hombre sabio
que prudente,
evitaba tentar a los dioses.
Y a Dorotea el arreglo le parecía de perlas.

estibaliz san sebastián, de "Cordelia se borra del partido".

No hay comentarios:

Publicar un comentario