martes, 30 de agosto de 2011

mi pueblo es una jaula


Mi pueblo es una jaula
y hasta el aeropuerto parece un matadero
donde colocar guardias.
Desalmados,
sin patria y con el sexo en la cartera
cuadramos inventario:
hemos muerto en casa
y no duele.
Inconscientes, como en anestesia
nos desnudamos.
Rotos los huesos y la lengua seca
es mucho más fácil;
un verdadero alivio partir sin un reproche.
Esparcir los pedazos, facturarlos,
visitar al notario, a la familia.
Sentir que las paredes se vuelven pueblo
y el acento casa.
Ser fusilado por tu amante y
que tus hijos se alimenten con tu cuerpo
Es necesario perder la infancia,
¡asesinarla!
y con su cadáver en brazos,
recorrer los montes y las fronteras.
La identidad no existe.
Y si no fuese por esa cuna
juraría no haber muerto.
Yo tuve una vez un novio, un piso, un crédito bancario. 

estibaliz san sebastian, del libro Pro-Fugas
 Y

domingo, 28 de agosto de 2011

una mujer blanca


Asomada al espejo que me ofrece mi calle
me golpeo siete veces siete
en el pecho por cretina.
Yo que creí tener conciencia de clase
y hasta me sentí capaz de perderla
viviendo en Babel,
sólo puedo gritar que soy de pueblo,
¡que me pesa el pueblo
como un par de alpargatas
empapadas en agua de lluvia!.
Escupirme en la cara. Lo merezco.
Tanta guerra y tanta historia.
Tanta metamorfosis para llegar
tan solo a saberme cucaracha, hormiguita,
corderito manso camino del matadero.
Parece mentira, lo sé.
Una mujer blanca, alfabetizada
y en los treinta,
con un polvo,
¡tan culta!
 y esclava.
¿Qué te creías?,  hermano negro.
Amiga y dulce esposa del Corán
¿ qué te creías?.
Cargada de velos,
postrada ante la maquina, el dinero
e incluso el arte, el vino.
La libertad, mi hermana,
es como lo del Ratoncito Pérez
que siempre llega a oscuras
y encima es mentira.
Afortunadamente,
y como el Coronel Buendía,
perdimos cada una de las revoluciones que emprendimos
y por el camino
murió mi inocencia de paleta de pueblo
dispuesta a triunfar en las cuadras del asfalto
y en su lugar quedó
esta hembra que tan sólo aspira a mirar.
Deseo llevarme la galería salvaje del hombre
prendida en la retina y en la sangre.
No perder jamas de vista la sangre.
Mi sangre roja y espesa,
mi sangre negra, mi sangre aguada.
Llenar las calles de vírgenes
y en ejercicio ritual y sagrado
derramar la sangre de sus purisímos sexos
y redimirnos todos y de una puta vez
de la cochina historia de guerras
y holocaustos.
Qué sea de menstruo
y de himen roto la sangre
que tinte de rojo las calles.
¡Tan hermosas!, desfilando desnudas
con los muslos empapados de vida,
marcando el ritmo
que tan sólo el tambor de un pecho bien afinado
pueda marcar.
Siete veces siete
me golpeo en el pecho por cretina.
Hermano negro, enséñame a bailar,
amiga y dulce esposa del Corán
muéstrame el rincón para ser libre en silencio,
enséñame a callar.
Asomada al balcón que le ofrezco a mi calle
me contemplo con sorpresa y gula.
Descubro en mí la fabrica, el estiércol y las palomas.
La rosa roja, los muros del tiempo
y la nostalgia inmensa de una niña de pueblo
que soñó con viajar lejos.
Y mi padre y sus silencios.
Mi madre y la ternura.
Y mi hermano. Y mi perro.
Y esa mujer de ojos verdes
que siempre me sonríe.
Siete veces siete
de la mano de todas las razas
me golpeo en el pecho:
¡Sigo en casa!

estibaliz san sebastian, del libro PRO-Fugas

lunes, 22 de agosto de 2011

solitarios

Femenino como un reloj de arena y oscuro.
Mi coño bebe.
Y cuando trabajo de noche
Y se queda solo en casa
Jugando a las cartas
Los celos no le dejan ganar.
Mi coño fuma.

estibaliz san sebastián

la memoria

Revienta
la memoria
en los cristales de mis gafas
y ni pestañeo
cuando el lagarto
se come mis medias
y el tabaco rubio.
¿Estaré muerta?

Estibaliz San Sebastián, de Laberinto para muñeca rusa.




miércoles, 17 de agosto de 2011

una de amor

Bajar 
al infierno 
y cerrarte las puertas.
(Tu alma
puteando en la escalera).

estibaliz san sebastián, del libro "Laberito para muñeca rusa"

una hembra del norte


Soy una hembra del norte que busca trabajo
¿de qué se extrañan?
Nadie se plantea que corran los galgos
y aun que la velocidad sea siempre relativa
existen sus cuerpos flacos
y será por algo.
La evolución parece un chiste;
por lo menos en eso, ¡estaremos de acuerdo!
Eslabón tras eslabón nos repetimos en la sangre,
en la dieta absurda del trabajo
y en los domingos de hamburguesa y cine.
Como un rebaño pastando
al ritmo machacón de la historia
engordamos
igual que engordan los gatos castrados.
Por eso he decidido ponerme a dieta,
hacerme atea;
recuperar el cromosoma libre,
el inocente
y que flaca como un galgo
la velocidad me parezca un chiste.
Ayer me despedí del trabajo.

estibaliz san sebastián, del libro Pro-Fugas.

lunes, 15 de agosto de 2011

GATA ESCALDADA


Como gata escaldada
no escarmiento
y salto al ruedo.
La hermosa cola
que acompaña el contoneo
de mis cuatro patitas se levanta
anunciándome húmeda y desnuda.

estibaliz san sebastián

CELEBRANDO DELICIA Y TERNURA

Y aquel círculo sacro cerró entorno nuestro.
Todo era oscuridad y atmósfera callada.
Un centro nos unía y una emoción muy cálida.
Los cuerpos se rozaban exactos y encendidos,
y la piel profería su lenguaje perfecto.
Una dulce pasión en un círculo negro,
mientras la hoguera llena de sentidos el tiempo
y me cuenta tu mano la maravilla toda.
Si algún día he de hablar en favor de la vida,
no olvidaré esa noche en el círculo ciego,
ni a ti, que me enseñabas minucioso lo eterno.

Luis Antonio de Villena, del libro "Como a lugar extraño"

martes, 9 de agosto de 2011

una chinita en el zapato



Triste es la palabra
que describe lo que siento
ahora que me despido
sin que pierda el cielo
su color de puro cielo.
El dolor no es la presencia que ocupa el hueco.
Ni sabe el fracaso a clavos oxidando el paladar de la tarde.
No hay cortejo ni hay flores
para esta muerte, que de tan pequeña
es de pueblo.
Y sin embargo el duelo
se le parece en todo
a esa chinita que desde el zapato
te impide caminar.
estibaliz san sebastian